La Administración Participativa funciona así: los alumnos son clientes de cada instructor, que posee su propia empresa y trabaja en forma autónoma, dentro y fuera da escuela, con sus clientes. La responsabilidad sobre ellos, así como la de captarlos, es del respectivo emprendedor. En la Escuela, que es un Espacio Cultural, esos coworkers se reúnen en un pool, con reglas contractuales, y cada uno paga un alquiler por el uso de las instalaciones.