Saludarlo siempre con una sonrisa; abrirle la puerta del edificio o del ascensor; disponerse para hacer algo por él; obsequiarle un libro nuestro (si tiene un perro, Ángeles Peludos; si no, elegir entre Yo recuerdo… y Ser Fuerte. Pero en ninguna circunstancia el Buenas Maneras ni el Método para las Buenas Relaciones Afectivas).